miércoles, 6 de agosto de 2008

Frutita picada y cocol de anís...

Iba en un microbus cuando me enteré que al final, aquella enfermedad que cual ladrón furtivo se nos escabulló durante más de un año se llevo la vida de mi Abu, hice tres llamadas y después perdí el habla.

María de los Ángeles, altar de su nombre, fue hija de los volcanes y de tiempos más sencillos. Su amor me sabe siempre a desayuno, a jugo de naranja antes del cereal, a frutita picada y a cocol de anís. Abu mantenía siempre un orden y un control sobre ese mundo que formo con los años, perdió un marido que se me antoja genio y no conocí, pero librando batallas planto los arboles más bonitos de todo Puebla, construyó la casa más luminosa que he visto en mi vida, y supo esperar al dia de ayer con la ingenuidad tremendamente inteligente que le heredo a su nieta Ana, siempre con la vista hacia adelante, siempre con el baile en la sangre y en la sonrisa un canto que solo quienes la escuchamos hablar alguna vez podremos llevar para toda la vida.

La casa de mi Abu es mi refugio, tiene un traga-luz que lo revela todo, una despensa cuyos chocolates fueron el tesoro pirata a saquear mejor custodiado de mi infancia, una cocina que convierte la comida en magia, un tapanco lleno de moscos que fue mi casa y mi fuerte, un librerito que se vuelve escritorio en el que mi papá y yo dibujamos en distintos tiempos pero a la misma edad, un jardín que hace Verde a Puebla, una sala camaleónica que se transforma cada mes y ese ropero enorme en aquel cuarto tranquilo en el que mi Abu durmió desde que la conocí hasta ayer.

Nevados e inquebrantables, el Popo y El Izta no me dejarán mentir, fue el velorio más bonito que alguien vio jamás. A ella le gustaban los cuentos de hadas, ayer entre uno y otro, nos quedamos huérfanos sus nietos, sus hijos y su casa.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Un abrazo man.

ARQ.K dijo...

dejo un saludo en tu blog...que me entretuvo en un momento de divagación y espera por la hora de la comida...que aun no llega!!
sigue escribiendo daniel san.

Raul dijo...

La vi una vez en su depto de Reforma, hablando de arte y de los pros y contras del café. La he conocido un poco más por lo que sé por sus hijos, y ahora la conozco distinto a través del sentimiento de un nieto.
Una gran mujer, una extrordinaria madre y abuela.
Un abrazo.
Raul PD

(felicidades por tu blog...)

Pequeña Capitali$ta dijo...

Dany te mando un gran abrazo.Se me salieron las lágrimas de leerlos y acordarme de esa Abu y esa casa.

Catalina Aguilar Mastretta dijo...

Ay primo... te quiero mucho.

Anónimo dijo...

Es una descripción perfecta de una infancia feliz e inolvidables de alguien que derramo cariño para esos niños llamados nietos y para los padres de aquellos niños que nos adopto como hijos.
Te quiero mucho

descafeinada dijo...

Primo, me dejaste con la mejor combinación de sonrisa y lágrimas. beso grande.

Anónimo dijo...

Lo lamento mucho, Dan.