sábado, 2 de agosto de 2008

Es muy difícil ser Conrad Fleischmann...

Algunas noches quisiera manejar a 150 km por hora sobre una autopista en contra sentido, otras dormir en una sala de cine mejor que en la más cómoda de las camas ¿es necesario escupirle al mundo en la cara para ver que su respuesta nos gusta? ¿cuantas veces debemos probarnos a nosotros mismos que valemos la pena? Muchos de nosotros todos los días debemos asegurarnos que el camino a seguir no sea el más doloroso, como puro mecanismo auto-indulgente de defensa. Conozco a quien lo tiene todo y a veces sufre, lo he visto en pasillos, en otros países, en algunos espejos si es que se deja ver, y cada vez aprendo más, cada día bajo las defensas ante lecciones de vidas ajenas que se cuentan de boca a boca, que hacen reír al más serio, que se envidian porque suenan más reales que la rutina caminada día tras día.

Tu no sabes lo que es ser quien soy, porque es imposible que algún día seas yo, no hay droga tan potente que te arranque de un jalón de tu cuerpo co-piloto y te ponga en el de aquel que maneja el automovil. Tu no sabes lo que es estar en ese lugar que no es tuyo, que nunca sera tuyo, pero puedes escuchar mi historia y de ahí brincar al capítulo que quieras sin tropezar con las cadenas que arrastra tener un nombre y apellido.

Nombre y Apellido, Sustantivos propios que dan identidad entre otros seres de esta especie que no son yo pero tampoco se parecen a los animales porque caminan más o menos igual que yo, porque hablan como yo y se tiran pedos con la misma fuerza o más que yo. El nombre te ata a tu persona, el apellido a tus personas, uno a ti y el otro a quienes comparten el techo y alguna que otra comida de domingo. Pero nadie más tiene estos estigmas nominales, tremendas responsabilidades que cargas desde el primer día, es ahí entonces que hay que preguntarse que hace uno con esta responsabilidad ¿le debes dar valor al nombre que arrastras, o lo desgracias con cada error cometido? No hay respuesta porque el nombre se construye en tanto creces, porque te descubres nuevo y no eres el ejemplo que quisiste ser para tus hermanos y los hermanos de tus hermanos, pero tampoco te descubres ajeno y quieres creer que algo tienes que aportar a esta vida diaria que se come con palillos.

No eres el ejemplo que quieres ser, nunca se es el hombre perfecto para nadie más, no vas a dejar ese vicio, no vas a chocar en esa carretera, no vas a dormir tranquilo ni sobrio un viernes cualquiera, pero puedes sentarte a ver esa película por cuarta vez, a pensar en el futuro de los malos proyectos que siempre fueron buena idea, a acordarte que el sol de primavera quema mejor y que no se miente en cubilete. Es muy difícil ser quien eres, es muy difícil ser quien soy, pero de eso va entonces la cosa, de hacer de lo difícil un juego de poker, y quedarse con las fichas del incauto que se deje hacer trampa con dos ases en la mano de otro jugador.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que necesitas es calma. Your soul is too restless, Dan, as it has always been. Are you aware that if it were satisfied, there wouldn't be any point in living?

Hugs and just one friendly kiss on your cheek,
Kain

Conrad dijo...

Comentarios...............
ya y a los deje.