viernes, 2 de enero de 2009

Disculpe el abandono, viví huyendo del espejo.

Se me olvidó diciembre, así como olvidé las tablas y las equivalencias químicas, abandoné las letras que aqui debieron de haber. Pido perdón a quien todavía se asome por acá.

Se oxidan los dedos cuando se escribe poco pero más se oxidan los insectos esos que dan vueltas en la cabeza que ayudan a expresar las palabras y los azares. Se va el 2008, es 2 de enero y se siente como detenido, no veo ya el reloj por temor a los espejos, que solo enseñan está barba que crece y esos ojos de podría estar mejor. ¿Será que el ánimo no sale los primeros días del año? La anualidad es siempre marcada por promesas sin cumplir.

Soñé el otro dia que iba en un barco a cuba, recuerdo que mi subconsciente soñador fue muy detallado en muchas cosas menos en los lapsos de tiempo, apenas zarpaba del puerto de algúna ciudad imaginaria, ya estaba con algunas personas que supuse conocidos departiendo en el crucero con destino a la habana, poco después llegábamos a puerto y entonces la vida real se colaba entre los sueños recordandome que habia dejado el pasaporte y la cartera en el buró junto a mi cama. Siempre le he temido a los imprevistos que te dejan en el limbo, ¡que pasaría si salieras del país sin pasaporte? en el mar ni a quién le importe, pero una vez viendo tierra firme pertenecerías al incierto club del indocumentado en tránsito. Esto fue un sueño pero a veces siento que los días que me presionan son igual de invocadores al limbo como ese buque que navegaba a una puerta cerrada.

Se trata de vivir entre días brincando de un momento a otro, buscando evadir con la mayor astucia los limbos que se cuelan en los vacíos legales de la indecisión de cada quien, yo por mi parte, involuntariamente puse todo en pausa durante un més, me acuerdo de pocos días de este diciembre pasado, solo se que gasté mucho y dormí más, que volví a ver los volcanes que le devuelven treinta años a mi padre y me recuerdan a mi abuela, que nueve días de mi viajero en egipto se sintieron mes y medio, que cada año navidad pierde magia y gana coversación, que la familia siempre calma y que me da pánico enero. Incierto e impertinente Enero, con sus treinta y un días de horas vacías que habrá que llenar con ménos pena que gloria, que no avecina nada, que se antoja echarlo atrás.

Disculpe usted señor blogspot por el abandono de un més, es solo que corría de los espejos que uualmente traen malas noticias, esas que hablan de un mundo adulto y serio, al que me rehuso a pertenecer aunque los años me digan que se me hace tarde, que se van los trenes y los otros crecen orgullosos de dejarse atrás, que la salud es importante, que es posible estar feliz y aburrido al mismo tiempo, que viene un año largo y no se sabe a donde va.

Salgo de mi casa sin cartera y pasaporte, los veo ahora, cansados sobre el buró de mi cuarto.

2 comentarios:

Ticatla dijo...

Tu abandono me era incierto, es bueno saber que no cruzaste ningún espejo (deja, que esa es mi área). Un beso.

Ice Eastwood dijo...

Grande. Master.