jueves, 31 de julio de 2008

Sobre complejos de separación y la ansiedad de estar solo...

Me falta una mujer,
me sobran seis tequilas,
no ver para querer,
malditas sean las pilas
que me hacen trasnochar"
j.sabina - seis tequilas


De todas las mentiras, la más intrépida es el amor, el convencernos diariamente de que el mundo no se nos viene encima o de que por un momento los azares y las estrellas se han puesto de acuerdo para hacernos pasar un buen rato. Es el Santo Grial de los sentimientos, lo hemos buscado en una mascota, en familiares, en personas afines a nosotros, lo hemos rechazado y negado su existencia, blasfemamos en su contra como de algún dios vengativo y sarcástico, lo hemos encontrado en detalles que se escapan de nuestra vista, no hay mapa y siempre el camino es laberinto; Y al final nadie sabe donde está, si en uno mismo o en el otro, si en algún detalle, o intrínseco en la ecuación universal...

Y así podriámos irnos, hablando de lo que es o no el amor, pero ya que toco el tema de los otros, vale la pena ponerle un poco de sal en la herida al asunto. A veces pienso, que el reconocerse enamorado es un mecanismo de defensa ante los complejos de separación, ante este sabernos separados de los otros y sentirnos desnudos bajo la lluvia.

Es probable, que algún purista del sentir nos haga creer que el amor es suficiente y lo mueve todo, claramente ese individuo nunca ha tenido la codicia de abrazar un cuerpo y quererlo suyo, de sacar el instinto cazador y cual presa atrapar en la mente, las peores perversiones reflejadas en el otro, esos vicios que dan pena manifestados en alguien más, en resumen, esa necesidad física de orgasmos y autoestima, ese animal que no habla, devora, y que cuando no se alimenta quiere matar.

El amor y el monstruo en el eterno forcejeo del espíritu humano, en este caso, el monstruo manifestandose con esta ira, este lamento, esta decepción y esa duda de la que todos hablan, ¿y el amor?.... probablemente con ese sentirte enfermo, con ese internarte en la sala de cuidados intensivos con la esperanza de que alguna enfermera caritativa te tome la tempertura y te diga otra mentira... "todo va a estar bien".

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